Drogas inyectadas y hepatitis en Colombia:
La bomba que no se detiene
28 de julio. Día mundial de la hepatitis. La población que se inyecta drogas es la población con la mayor alta tasa de hepatitis en Colombia, desbordando todos los mínimos epidemiológicos soportables. Según declaraciones del Ministerio de Salud y la Protección Social de Colombia, en el año 2016, la hepatitis C será un desafío para el país. Un hito relevante será la eliminación de esta patología, sin hacer uso de vacunas, a través de tratamientos convencionales.
Los estudios realizados por la Universidad CES para el Ministerio de Justicia en 2014 ponen en primer lugar de prevalencia de hepatitis por la inyección de drogas a Pereira con un 44,4%, luego a Medellín con un 35.6%, continuando con un 30,9% en Armenia, seguido de Cúcuta con 21.4%; finalizando con un 6.7% en Bogotá.
Lo más preocupante es que el promedio de intercambio de jeringas usadas en esta población supera el 40% para el año 2014 cuando aún no iniciaban los programas de acceso a material higiénico de inyección en Colombia.
La experiencia internacional ha demostrado que proyectos como CAMBIE, son los más efectivos para detener los contagios de Hepatitis C y VIH entre población de Personas Usuarias de drogas Inyectables -PID-.
De acuerdo con la OMS existen en el mundo entre 130 y 150 millones de personas infectadas, lo que indicaría un amplio interés comercial para las farmacéuticas, al tratarse de un evidente problema de salud pública.
Desde Acción Técnica Social - ATS-, nos interesa incidir en esta realidad con nuestras iniciativas CAMBIE y AGUANTA CUIDARSE. El www.proyectocambie.com, es el primer programa en Colombia de atención a Personas que se Inyectan Drogas (PID) e intercambio de material de inyección - una de las apuestas más contundentes para reducir los índices de morbimortalidad por esta enfermedad. AGUANTA CUIDARSE es una estrategia educativa de prevención del VIH, las hepatitis virales y otras enfermedades transmitidas por sangre en Personas inyectoras de drogas (PID) en las ciudades de Bogotá y Armenia, liderado por nuestra organización, la Organización Panamericana de la Salud - OPS - y el Ministerio de Salud y Protección Social.
¿Qué es la hepatitis?
El hígado es el órgano interno más grande de nuestro organismo y se ocupa de más de 500 funciones vitales; la hepatitis es la inflamación del hígado ocasionada principalmente por agentes infecciosos como el virus de la hepatitis. Los tipos más comunes de hepatitis son ocasionados por los virus de hepatitis A, B y C que tienen en común su afinidad por las células hepáticas.
La hepatitis C es una enfermedad transmisible por sangre, por lo cual el uso de jeringas compartidas es un gran foco de infección. Una de las consecuencias que puede traer el no ser detectada y tratada a tiempo, es el cáncer hepático, potencialmente mortal.
La enfermedad tiene una fase aguda posterior al contagio, en ocasiones el cuerpo logra enfrentar la situación y eliminar el virus, entre el 45 y 85 % de estos casos no se resuelve en la fase aguda y entran en una fase crónica que de manera silenciosa deteriora el hígado hasta desencadenar complicaciones.
Únicamente un diagnóstico rápido permite prevenir la transmisión por prácticas inseguras y abordar de manera efectiva al individuo, e involucrarse en su proceso de autocuidado. La aplicación de pruebas rápidas en poblaciones de riesgo fuera de los hospitales, facilita la identificación de prevalencia de hepatitis C en Colombia y realizar un abordaje adecuado.
Hepatitis en el MUNDO
El virus de la hepatitis C tiene alta incidencia entre personas que usan drogas por vía inyectada ya que su principal vía de transmisión es el contacto sangre con sangre, lo que se produce al compartir jeringas.
Desde el 2007 la hepatitis C genera más muertes que el VIH, por ausencia de diagnóstico.
Más de 170 millones de personas están contagiadas, solo un 25 % ha recibido diagnóstico y solo entre un 3 y 5 % accede a tratamiento
Se estima que el 0.8 % de la población colombiana, es decir, unos 400.000 individuos podrían estar infectados sin saberlo.
El tratamiento es costoso y está en mano de los monopolios farmacéuticos
Hasta hace algunos años, el Interferón era la única opción para tratar la hepatitis C. Esto implicaba un enorme sacrificio para el paciente, pues requería aplicarse una inyección cada semana durante un año. El medicamento, además, tenía múltiples efectos adversos como dolor de cabeza, depresión, diarrea y la tasa de curación era de apenas 40 al 60 por ciento.
Hoy el panorama es diferente. En caso de que la enfermedad se diagnostique tarde y el paciente ya haya desarrollado cirrosis o cáncer hepático, es necesario un trasplante de hígado para salvarlo. Este escenario es el que se quiere evitar, pues en dichas circunstancias el tratamiento es de alto costo y la expectativa de vida es reducida.
Recientemente se han desarrollado nuevos medicamentos antivíricos que son mucho más eficaces y seguros, y mejor tolerados que los tratamientos antiguos. El tratamiento con AAD puede curar a la mayoría de las personas infectadas por el VHC, es más breve (normalmente 12 semanas) y seguro. Aunque los costos de producción son bajos, los AAD antivíricos siguen siendo muy caros en muchos países de ingresos altos y medianos debido a que solo una farmacéutica posee el monopolio de este medicamento.
En la actualidad, existen 133 registros de patentes relacionados con el virus de hepatitis C ante la Superintendencia de Industria y comercio (SIC).
En el 2015 la SIC otorgó 12 patentes de invención relacionadas, correspondientes a 7 nuevos compuestos antivirales, 1 combinación de fármacos para el tratamiento de la enfermedad, 2 nuevas formas farmacéuticas y 2 nuevos procedimientos para obtener fármacos para el tratamiento de la enfermedad.
Para la industria farmacéutica nacional, esto implica una restricción en la producción y comercialización de las alternativas implícitas en las patentes concedidas, lo que por lo general se traduce en un incremento en los costos de los tratamientos más novedosos.
